Barcelona
Tras las dolorosas imágenes el pasado viernes en Barcelona, en las que se veía claramente como las fuerzas del orden, en este caso los Mossos, vapuleaban a una multitud de manifestantes pacíficos, sentados, con las manos en alto... Felip Puig cuenta que lo volvería a hacer. No os cuento ninguna novedad, ya lo habeis visto y oído.
Él era responsable directo de las acciones de los Mossos. Comenta que hay 37 mossos heridos, pero en ninguna imagen- al menos de las que he podido ver yo-, ni de televisión, ni de particulares, se ha observado agresión alguna contra ellos.
Pero bueno, sólo es uno de la saga.
Ha pasado una semana desde aquellos incidentes y no he oído a ninguna autoridad hacer crítica ante las agresiones que se cometieron en plaza Catalunya, ninguna. Y el que calla, otorga. Las autoridades de éste país permiten lo que pasó en Catalunya. Las autoridades de este país no condenan aquello que pasó en Catalunya. Las autoridades de este país son cómplices de ello.
En el anterior post, comenté que con las manifestaciones y acampadas, más de uno contraía algún músculo. La prueba es Catalunya, la prueba son las declaraciones de Aguirre, la prueba es el silencio en el poder ante aquella atrocidaz.
Parecía que la situación pasaría, puesto que las acampadas cada vez parecían menos representativas. El tiempo parecía calmar las aguas. Y entonces ¡zas! Alguien se pone nervioso y da un traspies. Un traspies que les vuelve a centrar en el punto de mira.
En Francia parecen haber tenido menos paciencia. Si tan poca razón hay en las manifestaciones, ¿por qué asustarse? ¿Por qué no dejar que pase el tiempo?
El movimiento del 15 de mayo comenzó como un sentimiento de ausencia de representación. No podía haber mejor muestra de ello que las acciones que se han ido sucediendo (silencio, ninguneo, censura, palizas... y vuelta al silencio) para demostrar que uno de los lemas de aquella manifestación es cierto: No nos representan.
No nos quieren.
Ed:parece que hoy ha hablado Blanco: "no se actuó bien"
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