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Meditaciones fantasmagóricas

Perdóname

Perdóname padre porque he pecado. ¡Perdóname!

Si bien es cierto que nunca he robado un bolso, padre, nunca he robado la radio de un coche, así como tampoco un dvd en El Corte Inglés. Padre, he cometido otros pecados, padre.

He robado propiedad intelectual padre. He robado cultura padre.

Cuando te ví aparecer, entonces me dí cuenta de el error cometido. No podré perdonármelo jamás, padre.

Padre, he caído en la trampa del demonio. Aquel que decía que la cultura enriquecía a quienes la poseían. Aquel que escupe fuego sobre tí, padre, esperando que tu juicio estuviera más acorde "a los tiempos que corren", según ese mismo demonio.

Y aquel que decía que compartir es vivir después de pedir que no comiéramos "pezqueñines". No hay más que ver que aquellos que se mantienen puros y llegan al cielo en cohete espacial tienen poca pinta de compartir. Ensalzamos la propiedad privada.

Como ves, todo ha sido un malentendido. Me dejé engañar por aquella víbora zurda.

Jamás podré olvidar esas imágenes "al azar" de aquella película de la que había visto diez minutos.

Porque solo tú eres grande, solo tú, señor.

2 comentarios

Rubén -

Ahora quien me da miedo eres tú...

Insomnio nada más

Vanlat -

Hay días que realmente me das miedo...