Pasividad absoluta
Algún día de estos en los que paso, a lo mejor, demasiado tiempo en casa, retomo la idea con la que fue creado el blog.
Paso de ser un analista manco y un charlatán porque esto está degenerando demasiado. Tanto, que he escrito ya dos entradas sobre fútbol.
Buscaré cosas más simples como la silla que sujetaba la tele o los libros que sujetaban la mesa para sacar sus runrunes, como ya lo hiciera con unas zapatillas o con un triste trozo de plástico sometido a un ensayo elástico.
Y miedo me da recordar que ando cerca del añito ya con esta ventana al mundo globalizado. Puede que ellos sepan ya demasiado sobre mí, o puede que tenga que seguir escondiendoles cosas.
Ya veremos, o mejor, ya mostraremos.
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