Nieve
Mirar al cielo y ver.
Verlo caer. El cielo entero. Casi como una pluma, pero, a su vez, casi a plomo. Del cielo a la tierra casi en un suspiro. El mismo suspiro que el camino contrario.
Mirar al cielo y no ver espacio iluminado sin su trozito de cielo.
Es más grande que la tierra, pues a ella cubre, y a toda lo hace. Y cuanto más lejano el horizonte, más ancho el cielo.
Me siento pequeño. Tanto y no más que pequeños deben ser los demás como yo.
Y el que sea más grande, que mire al cielo en días como hoy, que baja a medirse con nosotros.
Y más, quien se mira más grande que él, o más alto, tiene un grave problema de percepción que acabará pasándo factura.
2 comentarios
Rubén -
Mr. TAS -