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Meditaciones fantasmagóricas

Topotines

Había puntos gigantes por todas partes. Algunos eran amarillos. Otros eran azules. Pero uno era blanco.

Los expertos no tenían explicación alguna para un punto blanco de semejante embergadura.

Por supuesto, comprendían el porqué de los puntos azules y de las siluetas amarillas. No es difícil deducirlo en un contexto de puntos amarillos y azules. Pero el blanco reflejaba el color de su mente ante tal descubrimiento.

Los filósofos, entonces, comenzaron a discutir sobre su significado y consecuencia sobre el mundo en que vivimos. Algunos llegaron a afirmar que no existe. Pero, es obvio, que el punto blanco sigue ahí. Puede ser el único ente que no se halla desplazado en todos estos años. Al menos, eso marcan los medidores tan avanzados que la tecnología nos ha dado. Tampoco hay explicación para ello.

Hay gente que piensa que nunca se conocerá su valor.

Por eso, de momento, dejémoslo donde está y tengamos la fiesta en paz.

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